Pesaje

Una balanza analítica es una clase de balanza de laboratorio diseñada para medir pequeñas masas, en un principio de un rango menor del gramo (y que hoy día, las digitales, llegan hasta la diezmilésima de gramo: [0,0001 g o 0,1 mg]) de error. Los platillos de medición de una balanza analítica están dentro de una caja transparente provista de puertas para que no se acumule el polvo y para evitar que cualquier corriente de aire en la habitación afecte al funcionamiento de la balanza. (A este recinto a veces se le llama protector de corriente, draft shield). El uso de un cierre de seguridad con ventilación equilibrada, con perfiles aerodinámicos acrílicos diseñados exclusivamente a tal fin, permite en el interior un flujo de aire continuo sin turbulencias que evita las fluctuaciones de la balanza y que se puedan medida de masas por debajo de 1 μg sin fluctuaciones ni pérdidas de producto. Además, la muestra debe estar a temperatura ambiente para evitar que la convección natural forme corrientes de aire dentro de la caja que puedan causar un error en la lectura.

Una balanza de pesar granataria es un tipo de balanza muy sensible, esto quiere decir que puede medir masas muy pequeñas ya sea de objetos o sustancias sólidas, líquidos o gases. El nombre de granataria viene por el hecho de que tiene tres tipos de vigas o barras para hacer las mediciones que difieren en tamaño, lo que les permite analógicamente determinar el peso de un elemento cualquiera. Suelen tener capacidades de 2 o 2,5 kg y medir con una precisión de hasta 0,1 o 0,01 g. No obstante, existen algunas que pueden medir hasta 100 o 200 g con precisiones de 0,001 g; y otras que pueden medir hasta 25 kg con precisiones de 0,05 g.

Las máquinas de bioimpedancia envían un impulso eléctrico y miden su resistencia (o impedancia) a través del cuerpo. Su funcionamiento se basa en que la conductividad eléctrica del agua varía en función del tejido (músculo, grasa, hueso…). Por ejemplo, la masa grasa posee escasa conductividad eléctrica porque tiene muy poca agua, mientras que la masa libre de grasa (músculos, hueso, vasos sanguíneos…) tienen un alto porcentaje de agua y, por tanto, una buena conductividad eléctrica. Esto permite decir que cuanta más grasa, más resistencia (o impedancia).

Pero la BIA no mide ni la grasa ni el músculo, mide la impedancia que cada parte del cuerpo genera a una corriente eléctrica aplicada a una frecuencia determinada. Una vez tiene ese valor en hercios, aplica una fórmula que tiene en cuenta factores como el peso o la edad